lunes, 16 de julio de 2012

Atentado de falsa bandera en Londres 2012


El modelo neoliberal ya ha alcanzado el punto de no retorno. El poder lo sabe: el pueblo ha sido sometido hasta límites hace poco impensables. Y el caos social es una posibilidad cada día más tangible. El poder sabe que se avecinan sublevaciones y actos de disidencia. Pero ya tiene un plan para aplacar esos conatos de rebelión. Ese plan, una vez más, está basado en dos conceptos por todos conocidos: el miedo y el terrorismo.
Efectivamente, el poder necesita dar un golpe de efecto para que la situación no se les vaya de las manos. Muchos ciudadanos no están dispuestos a vivir como esclavos, ni a arrojar a sus retoños a una esclavitud inevitable. Por ello, cada vez más gente está dispuesta a luchar. ¿Cómo evitar que la ciudadanía se convierta en una masa insurgente? Fácil: simulando un atentado terrorista con armamento nuclear que acabará con la vida de cerca de un millón de inocentes.
Ellos creen que eso les facilitará la consolidación del nuevo orden mundial (un nuevo orden basado en el recorte social sistemático, en la privatización de todos los recursos, en la pérdida de todos los derechos y libertades individuales y en la implementación de jornadas laborales cada vez más abusivas y mal remuneradas). Tienen previsto acusar de semejante atentado al Bin Laden de turno, que bien podría ser Al Zawahir.



Casualmente, ya hace tiempo que los servicios de inteligencia del poder establecieron convenientes lazos entre Al Quaeda e Irán (ver enlace: ¡incluso la bilderberger Agencia Reuters va dando pistas de lo que tienen en mente estos psicópatas que manejan nuestras vidas!).

http://lta.reuters.com/article/topNews/idLTASIE70U1FA20110201



http://www.thesun.co.uk/sol/homepage/news/4218929/Al-Qaeda-plotting-cyanide-attack-at-London-Olympics.html

 Así las cosas, aseverarán que Irán es el país responsable del atentado que están urdiendo, alegando que con el atentado ha quedado demostrada la posesión de armas nucleares por parte de los iranís. Y obviamente, nos venderán que no queda otro remedio que atacar al eje del mal (esta vez Irán).
El escenario del atentado, según todos los indicios, serán los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El gobierno británico ya hace días que encargó la friolera de 200.000 ataúdes porque prevé que pueda producirse algún atentado con armamento nuclear. Cada uno de esos ataúdes tiene capacidad para 4 cadáveres. El montante asciende a 800.000 personas, con lo que estaríamos hablando del mayor atentado de la historia. Dichos datos han sido divulgados por un periodista que se infiltró en el proceso de selección del personal de seguridad de los Juegos. Naturalmente, los medios oficiales no han dado ningún crédito a semejante información y únicamente otros medios de rigor periodístico variable la han publicado. Esos medios alternativos son comúnmente tachados de conspiranoicos con el fin de desprestigiarlos y de reafirmar los embustes que difunden los medios oficiales de comunicación o mass media.
De hecho, es cierto que muchos de dichos medios carecen por completo de credibilidad, pero sin duda la existencia de esos medios alternativos poco fiables forma parte del plan de desacreditación sistemática de todo aquello que se aparte de la versión oficial de la realidad (léase toda aquella versión que difiera en lo más mínimo de los mensajes emitidos por la CNN). Esto es: si publicamos informaciones infundadas de carácter extraoficial, los medios extraoficiales que sí aboguen por contrastar las fuentes de sus investigaciones resultarán igualmente desacreditados y también serán, por ende, tildados de conspiranoicos.


http://urgente24.com/areax/2012/06/alertan-de-posible-ataque-de-falsa-bandera-en-los-juegos-olimpicos/

El atentado, en resumidas cuentas, les vendría de perlas para justificar la invasión a Irán, el control sistemático de todos y cada uno de los ciudadanos de Occidente, la disuasión de cualquier intento de contestación social y la eliminación de todo tipo de traba, en definitiva. Ellos esperan que dicho atentado les facilite sobremanera la consolidación de ese nuevo orden que llevan décadas programando.
En ese mismo sentido, resulta significativo añadir que el gobierno británico ha nutrido múltiples artículos periodísticos que alardean de las bondades de su sistema de seguridad nacional, al tiempo que se han filtrado varias noticias acerca de las deficientes medidas de seguridad que se han organizado con motivo de los Juegos.


http://noticias-24.net/londres-2012-el-gobierno-ingles-usara-hasta-armas-nucleares-para-proteger-el-espacio-aereo-durante-los-juegos-olimpicos-londres-2012/

E incluso han llegado a publicar que las autoridades británicas, cómo no, desbarataron una tentativa de atentado en Londres 2012.


http://www.juegosyolimpicos.com/atentado-londres-2012/

 Todo apunta a que atribuirán a un error humano o a la fatalidad –como ya sucediera en los pseudoatentados del 11-S- la masacre que están a punto de perpetrar, y por ello han ido filtrando noticias contradictorias a propósito de los sistemas de seguridad de los Juegos Olímpicos.
Si finalmente no se produce el atentado, tendremos que permanecer ojo avizor, puesto que, como dije al comienzo de este artículo, precisan un golpe de efecto para insuflar pánico en una ciudadanía global que se siente cada vez más desengañada y estafada.
David Rockefeller dijo en una cena de 1994 de las Naciones Unidas:  <<estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es una oportuna crisis grave y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial>>. Y aún hay más, la Fundación Rockefeller -el jeto diabólico del magnate mafioso que preside dicha fundación refleja nítidamente su putrefacta alma- declaró que, muy posiblemente, iba a producirse un atentado terrorista en Londres 2012, llegando incluso a detallar el número de víctimas:

http://urgente24.com/areax/2012/05/rockefeller-prevee-un-atentado-con-13-mil-muertos-en-londres-2012/

Ellos esperan que el venidero pseudatentado les ayude a obligar a todas las naciones a aceptar los recortes sociales y la sociedad de control orwelliano que tienen entre manos.



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