Gilles-Eric Séralini y su equipo han demostrado el alto
potencial tóxico de las OGM. Dichas siglas corresponden a una extensa variedad de productos de la ingeniería genética que, curiosamente, fabrican en exclusiva las 8 principales
farmacéuticas del mundo.
Los Bush, propietarios de Monsanto, no comen los transgénicos que venden. |
En el estudio aludido más arriba, Séralini alimentó 200 ratones
únicamente con maíz transgénico (es decir, con maíz cultivado con OGM, tal como
se cultiva el 90% de los cerales y hortalizas consumidos en occidente) durante
dos años. Se trata del mismo maíz que hallamos en nuestra alimentación
habitual, ya sea en la carne (el pienso de los animales está hecho a base de
OGM), en la leche, en los huevos y en derivados de todos ellos. El equipo de Séralini
ha trabajado en el más absoluto secretismo con tal de evitar las represalias de
empresas como Monsanto (propiedad de la dinastía Bush) y ha publicado sus
escandalosos resultados en la revista “Food and Chemical Toxicology”. ¿Somos
realmente cobayas, tal como sugiere Jean Paul Jaud?
Un buen chute siempre le da cuerpo a la ensalada. |
En el estudio que nos ocupa, Séralini y los suyos usaron
maíz genéticamente modificado por Monsanto (variedad OGM NK 603) para la
elaboración del pienso de las 200 ratas. Al cabo de un año, se produjo la
hecatombe: patologías varias, tumores mamarios y de diversos otros tipos… Para ese
entonces, más de la mitad de la población femenina de dichos roedores padecía
de cáncer (casi el 80%). En cambio, sólo 1/3 de las ratas hembra pertenecientes
al grupo control (es decir, al grupo de ratas alimentadas con maíz libre de
OGM) presentaban tumores. Resulta significativo que en el caso de los animales
nutridos con maíz OGM los tumores no sólo se presentasen de manera más masiva y
precoz sino que pudieran llegar a desarrollarse hasta alcanzar ¼ del peso del
animal. En el sector masculino se observaron severas afectaciones renales y
hepáticas que paralizaban el sistema depurador de los animales.
Plebeyos: dad las gracias, por lo menos no morís de hambre. |
¿Quién ha financiado este estudio?
Le Criigen, Comité de
Investigación e Información independientes, Joël Spiroux y Gilles-Eric Séralini
(profesor de biología molecular en la Universidad de Caen), la Fondation
Charles Léopold Mayer (en Suisse).
Monsanto, por su parte, posee centenares de variedades de OGM y, a causa de ese amplio repertorio de armas químicas, para llegar
al fondo de la cuestión serían necesarios otros diez estudios sobre la materia.
Las corporaciones Inra y CNRS se oponen a estimular dicha línea de
investigación.
http://www.aboneobio.com/blog/post/2012/09/19/Scandale-des-OGM-poisons