martes, 25 de septiembre de 2012



Gilles-Eric Séralini y su equipo han demostrado el alto potencial tóxico de las OGM. Dichas siglas corresponden a una extensa variedad de productos de la ingeniería genética que, curiosamente, fabrican en exclusiva las 8 principales farmacéuticas del mundo.


Los Bush, propietarios de Monsanto, no comen los transgénicos que venden.


En el estudio aludido más arriba, Séralini alimentó 200 ratones únicamente con maíz transgénico (es decir, con maíz cultivado con OGM, tal como se cultiva el 90% de los cerales y hortalizas consumidos en occidente) durante dos años. Se trata del mismo maíz que hallamos en nuestra alimentación habitual, ya sea en la carne (el pienso de los animales está hecho a base de OGM), en la leche, en los huevos y en derivados de todos ellos. El equipo de Séralini ha trabajado en el más absoluto secretismo con tal de evitar las represalias de empresas como Monsanto (propiedad de la dinastía Bush) y ha publicado sus escandalosos resultados en la revista “Food and Chemical Toxicology”. ¿Somos realmente cobayas, tal como sugiere Jean Paul Jaud?




Un buen chute siempre le da cuerpo a la ensalada.


En el estudio que nos ocupa, Séralini y los suyos usaron maíz genéticamente modificado por Monsanto (variedad OGM NK 603) para la elaboración del pienso de las 200 ratas. Al cabo de un año, se produjo la hecatombe: patologías varias, tumores mamarios y de diversos otros tipos… Para ese entonces, más de la mitad de la población femenina de dichos roedores padecía de cáncer (casi el 80%). En cambio, sólo 1/3 de las ratas hembra pertenecientes al grupo control (es decir, al grupo de ratas alimentadas con maíz libre de OGM) presentaban tumores. Resulta significativo que en el caso de los animales nutridos con maíz OGM los tumores no sólo se presentasen de manera más masiva y precoz sino que pudieran llegar a desarrollarse hasta alcanzar ¼ del peso del animal. En el sector masculino se observaron severas afectaciones renales y hepáticas que paralizaban el sistema depurador de los animales.



Plebeyos: dad las gracias, por lo menos no morís de hambre.



¿Quién ha financiado este estudio?
 Le Criigen, Comité de Investigación e Información independientes, Joël Spiroux y Gilles-Eric Séralini (profesor de biología molecular en la Universidad de Caen), la Fondation Charles Léopold Mayer (en Suisse).
Monsanto, por su parte, posee centenares de variedades de OGM y, a causa de ese amplio repertorio de armas químicas, para llegar al fondo de la cuestión serían necesarios otros diez estudios sobre la materia. Las corporaciones Inra y CNRS se oponen a estimular dicha línea de investigación.

http://www.aboneobio.com/blog/post/2012/09/19/Scandale-des-OGM-poisons