martes, 22 de mayo de 2012

El impuesto de sucesiones: el poder sale ganando otra vez.







Como todos los impuestos, el de sucesiones viene acompañado de cutres argumentaciones y palabrerías sobre las políticas sociales que presuntamente permite llevar a cabo. Vamos, que se ve que con lo que recaudan mediante el IVA, el IRPF, el IBI, las cotizaciones de los asalariados, la declaración  de la renta, los impuestos sobre el alcohol y el tabaco… No llegaba para mantener una sanidad y una educación públicas. También era necesario otro impuesto feudal (que viene implementándose desde 1977) y ni siquiera así alcanza para mantener esas prestaciones. El timo es mayúsculo, en definitiva.
Si esas argumentaciones –sobre la necesidad de cobrar tales impuestos con tal de mantener el mal llamado estado de bienestar- fueran ciertas, es evidente que nuestros sistemas sanitario y educativo resultarían tan ejemplares que las alternativas `privadas serían poco más que un lujo innecesario. Pero salta a la vista –one more time, yeah- la tomadura de pelo perpetrada por los poderosos.
Mucha gente ha sido víctima de los engaños que el poder ha hilvanado en torno al impuesto de sucesiones. Vienen a decirnos, crédulos ellos, que es un impuesto que mola cantidad, pues afecta mayormente a los ricos cuya herencia es sustanciosa. Mentira de las gordas a la vista: los ricos siempre tienen buenos asesores legales a su servicio y les aseguro que no pagan un euro en concepto de esos impuesto. 
¿Realmente creen que los herederos de la Duquesa de Alba, por poner un ejemplo, pagarán algo al Estado para heredar su imperio? Acepten un sonoro jajajajajuajaja como respuesta, ya que sobran las palabras.
A continuación, vamos a desmenuzar las triquiñuelas que emplean los ricos para no pagar dicho impuesto (que según mucha gente del pueblo cree, sólo afecta a las élites cuando, realmente, como veremos, a quien afecta es a la amenazada clase media). 
Verán cómo el único objetivo de este impuesto es evitar que miembros del pueblo logren emanciparse materialmente del sistema esclavista que los oprime. Pues resulta evidente que si no impusieran dicho impuesto, sería posible que una familia del pueblo, a través de varias generaciones, fuera acumulando bienes suficientes `para dejar de ser esclava de nadie. Pero, naturalmente, si los miembros de dicha familia se ven obligados a vender su pequeño patrimonio familiar con tal de heredarlo -eso suponiendo que la ley lo permita, ya que el Estado también te impide vender los bienes heredados durante los primeros 5 años subsiguientes al momento de la herencia-, nunca lograrán salir del atolladero. Y este es el panorama sísifico que el poder ha creado para la decadente clase media.

http://www.eleconomista.es/espana/noticias/3383765/09/11/Las-siete-escapatorias-de-los-mas-ricos-para-no-pagar-impuestos.html

1.- Las sociedades anónimas (SICAV para los amigos). Un miembro rico y poderoso de la sociedad recurrirá muy comúnmente a este embuste legal con tal de ahorrarse el pago del impuesto de sucesiones (entre el de muchos otros impuestos, claro está). En este punto, hay que decir, en primer lugar, que una sociedad anónima aporta al Estado el 1% de sus ganancias, frente al 30% o el 25% como hacen las pymes.
Este tipo de sociedades anónimas de naturaleza mafiosa se llaman SICAV.

http://www.banqueando.com/2009/09/21/sicav-o-de-como-los-muy-ricos-ahorran-impuestos/

Además, debemos añadir que la normativa admite que las sicav tengan "departamentos, que pueden ser hasta cinco en cada una", explica José María Mollinedo. Cinco fortunas diferentes constituyen una sicav, comparten mariachis... Y sólo está obligada cada una a un mínimo de 480.00 euros de inversión.
De modo que, si 4 o 5 familias de ricachones mafiosos juntan sus patrimonios (o parte de los mismos), digamos, poniendo el yate y el Ferrari de uno, las 10 mansiones del otro, las 5 fincas agrícolas de un tercero y los 150 locales comerciales de un cuarto, la herencia a sus descendientes les sale casi gratis.
 Evidentemente, una persona con un patrimonio ordinario, no podrá optar a formar una sociedad anónima y, por ende, se verá en la tesitura de tener que vender -si el estado se lo permite- dicho patrimonio para poder heredarlo. De este modo, sus hijos no percibirán los bienes adquiridos honradamente por sus progenitores, y no digamos ya sus nietos o sus bisnietos.
Bonita manera de borrar del mapa cualquier tipo de posibilidad de ascensión social. Para que luego te hablen de los nuevos ricos y te digan que es posible medrar en este sistema. 
MENTIRA: lo único cierto es que el 95% de las familias poderosas son de carácter secular: llevan centurias en lo más alto, y no van a permitir que TÚ, piojoso siervo de la gleba, les hagas la menor sombra. Todo lo contrario: van a hundirte en el cenagal social para poder vivir faraónicamente a tu costa.

http://www.banqueando.com/2009/09/21/sicav-o-de-como-los-muy-ricos-ahorran-impuestos/

Debajo de estas líneas tenéis un enlace con un foro donde un usuario registrado como Trafec describe su esperpéntica situación: la madre de este usuario, la cual vivía con la tía de éste, murió y él, siendo el hijo y, por ello, el inmediato heredero, no dispone de dinero para pagar el impuesto de sucesiones, con lo cual, no sólo no puede heredar la casa de su propia madre, sino que no sabe qué hacer con su tía, quien llevaba años viviendo en ese domicilio. 
Estas cosas pasan aquí, en  Barcelona City, no en Pernambuco o en Sicilia. Y resulta llamativo que los medios de comunicación no se hagan eco de ese tipo de situaciones. Una vez más demuestran su auténtica naturaleza: servir al poder, no a la verdad.


2.- Sociedades con actividad económica (hiperactividad, diría yo): afirma el gobierno, con un cinismo antológico, que no quiere afectar a la clase media, y que por ello incrementa el mínimo exento, para "tocar" solo a los más altos patrimonios.
Bonita teoría sí, pero omiten un detalle crucial: quedan exentas de pago las entidades que realicen una actividad económica y no se dediquen sólo a tener en su activo bienes o valores. Es decir, aquellas sociedades que ejerzan realmente una actividad económico-empresarial gozarán de exención, cumpliendo una serie de requisitos. ¿Qué significa esto? Veamos un ejemplo: un ricachón ha decidido pagar a un buen asesor fiscal, por lo que ha decidido colocar sus inmuebles como patrimonio (activo) de una sociedad empresarial, a la que reviste de una apariencia suficiente (la propia ley dice cómo hacerlo) para que cuele como sociedad con actividad económica y por ello exenta del impuesto de patrimonio. Además, los millones que tenga en su cuenta corriente –los que no esténm en Suiza, claro- no los colocará tampoco a su nombre, sino también a nombre de la empresa, generando intereses, aunque abonados a favor de ésta. ¿Qué consigue con ello? Emplear otro pequeño truco que el propio tributo permite: indica la ley que solo podrá pagarse una cuota del Impuesto sobre el Patrimonio que alcance como máximo el 60% de la base imponible del Impuesto de la Renta. Es decir, se busca en el Impuesto de Patrimonio no cargar un tributo solo sobre aquellos que poseen bienes o derechos, sino también sobre los que perciben rentas por ello. Sin embargo, hecha la ley hecha la trampa. Lo que hace el cabrón bien asesorado fiscalmente es colocar los bienes y derechos en una sociedad, por lo que él, persona física, ya no recibe las rentas, sino que lo hace dicha empresa. Pagará pues muy poco en el Impuesto de la Renta (porque no recibe ingresos, solo un sueldo mínimo que permita hacer frente a sus gastos vitales), pero tampoco Patrimonio (porque lo máximo que debe pagar en este impuesto es el 60% de la base que ha declarado en Renta, y como dicha base es muy reducida, también será reducido el impacto en el Impuesto sobre el Patrimonio). Y la sociedad que nuestro cabrón poderosete ha constituido tampoco tributará en otro impuesto, esto es, el que nos ocupa: el de Sucesiones.


3.- Se trata de un impuesto cedido a las Comunidades Autónomas (que autónomamente joden al populacho local): el Impuesto de Patrimonio está cedido a las Comunidades Autónomas. Éstas pueden marcar mínimos inferiores o superiores al indicado (700.000 euros), por lo que, en la práctica, tienen capacidad para dejar sin efecto este impuesto en su región o, por el contrario, perjudicar a sus contribuyentes en mayor cuantía.

Es decir, antes de dejarse llevar fácilmente por nacionalismos (ya sean catalanistas o españolistas), pregúntense qué hace Cataluña por ustedes, ya que no es Madrid ni Felipe IV quien impone este impuesto: es la GENERALITAT de CATALUNYA. Personalmente, yo poseo una licenciatura universitaria, tengo el nivel D de catalán –Montilla no tenía ni el –A-), hablo 4 idiomas más, ¿y qué me ha dado Cataluña a cambio? Pues por un lado me ha regalado un impuesto de sucesiones –que implementa la Generalitat PORQUE ASÏ LE DA LA GANA- que me obliga a vender la casa de mi madre para poderla heredar, me ha ofrendado tres maravillosos años de trabajo sin contrato y otros 4 años (hasta la presente fecha) de desempeño profesional inferior a mis calificaciones. Por si fuera poco, ahora me obligan a estudiar para mantener un puesto de trabajo para el que estoy sobrecalificado. ¿Encima tengo que ser catalanista? ¡Venga ya! ¡Que lo sea Millet, que a ése sí que le sale a cuenta ser catalán-catalanista!O Felip Puig, o Artur Mas, o Duran Lleida, o Isidre Fainé, o la saga Oliu, o Sandro Rosell, o los Molins etc.

El de Patrimonio, un impuesto que sí afecta en mayor medida a las clases medias:


Escrito por un abogado económico-empresarial

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